Sillas de ruedas plegables

¿Por qué recomendamos una silla de ruedas plegable ligera?

Recomendamos una silla de ruedas plegable ligera por varias razones clave que mejoran significativamente la calidad de vida y la independencia de sus usuarios. Aquí te explicamos por qué son una excelente elección:

• Facilidad de transporte: Su bajo peso y su capacidad de plegado compacto las hacen increíblemente fáciles de cargar y transportar. Puedes llevarlas en el coche, en transporte público o guardarlas en casa sin esfuerzo, lo que te brinda una libertad de movimiento sin precedentes para viajar, visitar a familiares o simplemente salir de casa.
  
• Mayor independencia: Al ser tan manejables, permiten al usuario o a su cuidador una mayor autonomía. No dependen de ayuda extra para mover la silla, lo que facilita el día a día y fomenta la participación activa en diversas actividades.
  
• Manejo sencillo: La ligereza se traduce en una mayor facilidad para maniobrar, tanto para el usuario que se autopropulsa como para quien empuja la silla. Esto reduce el esfuerzo físico y mejora la experiencia general de uso, especialmente en espacios reducidos o con obstáculos.
• Optimización del espacio: Gracias a su diseño plegable, estas sillas ocupan muy poco espacio cuando no se usan. Son perfectas para hogares con poco almacenamiento o para quienes viven en apartamentos, manteniendo el orden y la funcionalidad en el hogar.
  
• Comodidad y durabilidad: A pesar de su ligereza, las sillas de ruedas plegables de materiales como el aluminio o la fibra de carbono ofrecen una resistencia y durabilidad excepcionales. Esto asegura un producto fiable y cómodo para el uso diario, sin sacrificar la robustez necesaria para la seguridad.
  

En resumen, una silla de ruedas plegable ligera es una inversión en movilidad, comodidad e independencia, transformando la manera en que te desplazas y vives cada día.

Medidas recomendables para una silla de ruedas plegable

Elegir las medidas correctas para tu silla de ruedas plegable es clave para la comodidad y movilidad.

Para el ancho del asiento, mide tus caderas sentado y añade 2-4 cm a cada lado. Los anchos comunes son 40-46 cm, crucial para que la silla quepa por puertas y pasillos.

La profundidad del asiento ideal se calcula midiendo de la cadera a la rodilla y restando 2-3 cm, siendo lo habitual 40-45 cm para evitar presiones.

La altura del respaldo depende del soporte que necesites, desde 35 cm (bajo) hasta 45-50 cm (medio), asegurando una postura correcta.

Para la altura de los reposapiés, deben permitir que tus rodillas formen un ángulo de 90 grados, con unos 5-10 cm de separación del suelo, evitando arrastres.

Por último, comprueba el ancho total de la silla para asegurar que quepa por puertas y pasillos, siendo desplegada de 60-70 cm y plegada de 25-35 cm, facilitando su transporte y almacenamiento.

Asegúrate de que la silla soporte tu peso y que el plegado sea sencillo. Así conseguirás la independencia y adaptabilidad que buscas con la mejor silla de ruedas para ti.