Camas articuladas

Para una cama articulada, lo ideal es un colchón flexible como los de látex o espuma viscoelástica (memory foam). Estos materiales se adaptan perfectamente a los movimientos de la cama sin perder su forma. Los colchones de muelles no son recomendables, ya que su estructura rígida no permite una flexión adecuada y puede dañarse con el tiempo.

Hay tres tipos principales de camas articuladas: manuales (ajustadas a mano con manivelas), eléctricas (controladas por motor con mando) y de elevación (con carro elevador para ajustar altura). Las eléctricas son las más populares y pueden tener 2, 3 o 4 planos de articulación, dependiendo de las zonas ajustables (cabeza, tronco, piernas).

El precio de una cama de hospital eléctrica oscila entre 600 y 2000 euros. Factores como el número de planos de articulación, la capacidad de elevación, las barandillas y la marca influyen en el coste. Modelos premium con funciones avanzadas (como masaje o memoria de posiciones) pueden superar los 3000 euros.

Suponiendo que te refieres a camas eléctricas (no existe "electrocirular" como término estándar), estas son usadas por pacientes con movilidad reducida (ancianos, postrados), personas en recuperación postoperatoria, o con condiciones crónicas como artritis, problemas respiratorios (apnea, EPOC) o reflujo gastroesofágico. Facilitan el cuidado y la comodidad.

Sí, dormir en una cama articulada puede ser beneficioso. Elevar la cabeza mejora la respiración (ideal para apnea o ronquidos) y reduce el reflujo ácido. Elevar las piernas favorece la circulación y alivia la presión en la espalda baja. Aunque no es imprescindible para todos, muchos la eligen por confort, como leer o ver TV.

Las medidas estándar de camas articuladas son: individuales (90x190 cm, 105x190 cm), matrimoniales (135x190 cm, 150x200 cm). Algunos fabricantes ofrecen longitudes de 200 cm o anchos personalizados. Es clave medir el espacio disponible y verificar que el colchón sea compatible con las dimensiones de la cama.

La instalación de una cama articulada eléctrica suele ser sencilla y viene detallada en el manual. Generalmente, se monta el somier (uniendo las patas y el marco), se conecta el motor eléctrico al somier, y se enchufa a la corriente. Luego, se coloca el colchón compatible. Algunos modelos requieren ensamblar barandillas o carro elevador, pero no suele necesitarse herramientas avanzadas. Si incluye mando, verifica las pilas o conexión.

El mantenimiento de una cama articulada es mínimo: limpia el polvo del marco con un paño húmedo, revisa los tornillos cada 6 meses para asegurar estabilidad, y lubrica las articulaciones móviles con aceite ligero si el fabricante lo recomienda. Para el motor, evita sobrecargarlo (respeta el peso máximo) y revisa el cableado para prevenir cortos. Un chequeo anual asegura su durabilidad.

Sí, pero es mejor usar sábanas ajustables con elástico profundo para que se adapten al movimiento y no se suelten. Las sábanas planas tienden a deslizarse cuando la cama se articula. Elige medidas exactas al colchón (ej. 90x190 cm) y materiales flexibles como algodón o mezclas elásticas para mayor comodidad.